Descripción

Todos tenemos un Edo ­—miedo— que sirve para cuidarnos, que nos avisa cuando cree que puede ocurrir algo malo.

 

Sin embargo, un Edo puede estar estropeado y no hacer bien su trabajo. Esto lo saben muy bien los ratoncitos, quienes prefieren que su Edo sea amarillo y negro —los colores de las señales de advertencia de peligro— porque es el que menos se equivoca, el Edo más sabio.