Descripción

Una perspectiva sobre el impacto del jugar en el desarrollo de los niños y las niñas.

 

Winnicott afirma que jugar corresponde a la salud y ayuda a construirla; integra nuestra vida cotidiana y ocupa la mayor parte del tiempo en la niñez. Nos involucra a todos, pero a cada uno de manera diferente. Sea porque fuimos niños o somos padres, madres, profesionales o docentes, seguramente reconocemos su valor en la infancia y para el desarrollo.

Los niños juegan por placer y diversión, para explorar y conocer el mundo. Pero también realizan juegos en los que expresan sus emociones, y otros en los que ponen de manifiesto posibles experiencias traumáticas. Por lo tanto, un primer punto de reflexión estará dedicado a desagregar el juego como pasatiempo y diversión, abordando el jugar como acción. Para tal fin, profundizaremos en la función que cumple el juego espontaneo en el desarrollo infantil, señalando diferencias entre las actividades que surgen por propia iniciativa (sujeto activo-creador) y las actividades conducidas en las que los niños responden a la consigna del adulto (sujeto pasivo-receptor).

Asimismo, reflexionaremos sobre la manera en que los juguetes condicionan el juego de los niños, a la vez que estudiaremos las características de los objetos y juguetes que benefician el desarrollo de las actividades espontáneas. También presentaremos una posible forma de analizar los juegos infantiles, basándonos en los aportes de la Semiótica. Y finalmente, desarrollaremos la hipótesis acerca del jugar del niño discapacitado y la manera en que la “cultura normalizadora” afecta sus capacidades innatas.